Tener un perro en casa significa cumplir con una serie de responsabilidades como una buena alimentación, limpieza, control de vacunas y un adecuado espacio para desarrollarse.
El médico veterinario Iván Guerrero señala que si criamos un cachorro, entre 20 a 30 días, tenemos que darle leche, comidas blandas y acostumbrarlo a un lugar para que pueda hacer sus necesidades. "Lo importante es la salud y la sanidad, un ambiente que no perjudique a los miembros de la familia del animalito", enfatiza el veterinario.
Asimismo, el tamaño de una casa o departamento donde vivirá una mascota es relativo. "He visto clientes que tienen casas pequeñas pero son tan ordenados que todos viven en armonía; el perro no desordena ni destruye las cosas", dice el profesional.
En cuanto a la alimentacion, el veterinario Iván sostiene que "los cachorros al inicio del crecimiento necesitan bastantes proteínas, almidón y fibras hasta llegar al quinto mes; luego la cantidad de proteínas disminuye y aumenta los carbohidratos. En ninguna etapa hay que darle huesos, grasas frituras y golosinas."
La vacunación es muy im portante y debemos proteger a la mascota y, luego, llevar un control adecuado de vacunas hasya los seis meses y, posteriormente, cada año. "Mientras más adulto sea el perro hay que vacunarlos con mayor precisión -no retrasarse de la fecha-, es igual a un cachorrito", señala Guerrero.
Sobre la desparasitación, es recomendable que si la mascota no tiene costumbre de salir de casa, solo debemos aplicarle cada cinco meses y si el perro es ‘callejero’ debe ser desparasitado cada dos meses por estar en contacto con otros perros contagiados.
El baño de un perro en invierno debe realizarse cada mes, con agua caliente y en verano puede hacerlo quincenalmente, utilizando agua fría.
Finalmente, el veterinario indica que si un niño, a partir de los 5 años, cria un perro, crea responsabilidades con el animal, además de un desarrollo personal.
Redacción: Silvana Palomino.
Fotografías: DIG.
LA EDITORA SE EXPRESA
Silvana Palomino
Editora de Mi gran amigo
Con Ruster, un boxer de cuatro años y también mi primera mascota, aprendí a asumir resposabilidades con su crianza. Por ejemplo, me encargué de alimentarlo con comidas blandas y que tengan un control de vacunas para que no se enferme.
Pero no solo aprendí a ser más resposanble; también comencé a sentir un afecto especial por los animales, algo que muchas personas no consideran.
Es lamentable, ver perros en las calles sin un cuidado adecuado, algunos soportando el frío del invierno. Por eso, tener una mascota es cosa seria.
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