Lamentablemente, uno de los ejemplares de la muestra "Mi Torito de Pucará", que recorre diferentes puntos de la capital, fue robado el último fin de semana, en el Jockey Plaza.
La pieza sustraida pertenece al artista Marcelo Wong y la característica principal de este trabajo es que está pintada con material para automóviles.
En esta exposición participan cuarenta y cuatro destacados artistas de la escena local -Ricardo Wiesse, Grimanesa Neuhaus, Carmen Letts, 'Cuco' Morales por citar algunos- con diferentes diseños y adornos de esta tradicional cerámica del altiplano.
Esta exposición tiene como objetivo implementar los talleres artesanales de Pucará y zonas aledañas, revalorar una tradición peruana y promover su exportación.
Esta muestra comenzó en Larcomar, luego siguió en el Jockey Plaza, esta semana está en el Sodimac de Javier Prado y la próxima será expuesta en el Club Empresarial, para finalmente ser subastados en el Museo de la Nación, el 4 de octubre.
Estos adornos están valorizados en un precio base entre 300 y 500 dólares.
El distrito de Pucará está ubicado a 170 kilómetros al norte de Puno y es una tierra de reconocidos ceramistas, además cuenta con una población de 150 mil habitantes.
Los orígenes del "Torito de Pucará", proviene de la fiesta de la Santísima Trinidad, en el cual el ganado vacuno es marcado.
Asimismo, los terneros eran cortados con cuchillos a la altura de la frente, chorreando de sangre por las fosas nasales y la boca, los toritos lamían de ésta, quedando marcada la imagen en la escultura.
Los primeros usos del torito eran para marcar el ganado, luego se utilizó como bebero en la toma de la tradicional chicha de jora, y después se le atribuye poderes de protección de los hogares altiplánicos, colocándose en los techos, además de ser un símbolo de bienestar y fertilidad.
Redacción: Karina Salas.
Fotografías: Sherle Palma.
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