Comenzamos la mañana dirigiéndonos al cruce de la avenida Túpac Amaru y Belaúnde, donde había cantidad de gente esperando tomar un colectivo denominado ‘lancha’, vehículos antiguos, en el cual las personas viajan apretadas hasta llegar a su destino.
En la entrada del cementerio observamos a varias personas vendiendo flores, velas y comidas como, chanfainita, ceviche, panes serranos conocidos como 'guagua', etc. Una de estas comerciantes es Vanessa Neyra, quien nos contó que la venta de flores estaba baja a diferencia de los años anteriores. Ella vendía el ramo de flores a tres nuevos soles.
Al entrar al cementerio vimos a trabajadores de salud realizando una campaña contra el dengue. Ellos recomendaban colocar en los nichos floreros con arena húmeda en lugar de agua para evitar la propagación del mosquito que produce esta terrible enfermedad.
En el gran pasillo que cruza el cementerio la gente vendía diversos productos como cerveza, gaseosas y diferentes clases de comida. En este punto nos encontramos con "Troco Troco" y "Tablita", dos payasos que por primera vez llegaron al Héroes Cenepa para vender turrones, anticuchos y panchos. En el camino también nos encontramos con Elsa, quien ofrecía una rica pachamanca de tres sabores (carne, carnero y chancho) a diez soles la porción. Baratito nomás.
Luego, observamos a las personas celebrando con grandes bandas y músicos, mientras bailaban y tomaban al ritmo de las canciones; otros derramaban cerveza o gaseosa como una ofrenda al fallecido.
Luego de varias horas, después de haber visitado a quienes que les dejaron, las personas retornan a sus casas, esperando otra importante fecha para rezar y celebrar con sus muertos.
Redacción y fotos: Diego Asmat / Vídeo: Rafael Révolo.
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