Los primeros rayos del día nos indican que hemos llegado a Huaraz y estamos cerca a nuestro destino: Caraz. Nuestro recorrido está ambientado por el blanco de los imponentes nevados Huascarán, Huandoy entre otros, y el amarillo de la retama, una típica planta de la zona.
Una hora después observamos un arco "Bienvenidos a Caraz". Bajamos del bus y nos dirigimos a desayunar en el mercado del pueblo. Un reparador caldo de pata con mote, panes y una taza con agua de cedrón, para cuidar el estómago. La buena sazón está acompañada por la amabilidad de las caseras.
Como una breve adaptación a la altura, caminamos por la campiña de Caraz hasta llegar al mirador de Yuracoto -célebre por sus carnavales en el mes de febrero- y apreciar el extenso valle, el río Santa, así como las cordilleras Negra y Blanca. En esta última nos detenemos para observar el nevado Alpamayo, caracterizado por tener la forma de un triángulo perfecto y que, en 1996, le permitió ser considerado como "La montaña más bella del mundo".
Posteriormente, tomamos un auto para dirigimos hacia el Cañón del Pato (39 km. al norte de Caraz), un impresionante accidente geográfico que consiste en la aproximación de las cordilleras Blanca y Negra, y en entre ambas las aguas del río Santa. El punto más angosto del cañón tiene una medida de 5 metros.
De regreso a Caraz, visitamos un restaurante-piscigranja ubicado cerca al pueblo y comer unas truchas a la parilla. Las piscigranjas de esta zona son una interesante fuente de ingresos para los comuneros, además los turistas aprecian el delicioso sabor de la trucha.
Luego del almuerzo, aprovechamos la tarde para jugar sapito al ritmo de música latinoamericana.
En la noche, el clima de Caraz nos permite recorrer sus calles en ropa algo ligera.
ESPEJOS DE AGUA
Al día siguiente, nos dirigimos a la provincia de Yungay para conocer las lagunas de Llanganuco, ubicadas dentro de la Reserva de Biósfera del Huascarán.
Al día siguiente, nos dirigimos a la provincia de Yungay para conocer las lagunas de Llanganuco, ubicadas dentro de la Reserva de Biósfera del Huascarán.
Estos espejos de aguas se encuentran a 25 kilómetros al noreste de Yungay. Luego de una hora y media en auto por una trocha, a 3850 metros de altura, apreciamos la belleza de las aguas turque-zas de la laguna Chinancocha, conocida como "Laguna Hembra", al pie del Huascarán.
A pocos kilómetros al norte está ubicada la laguna Orconcocha (Laguna Macho), con una extensión más chica que la anterior.
La Reserva de Biósfera del Huascarán cuenta con un restaurant que permite a sus visitantes degustar comidas típicas como el picante o chicharrón de cuy, la yunca (caldo de gallina con trigo), cachanga, todo cocinado en leña. Una delicia.
Antes de regresar a Lima, nos relajamos en los famosos baños termales de Chancos (30 km. al norte de Huaraz). Las temperaturas de las pozas alcanzan los 74 grados. Sin duda, un buen sauna.
Aproveche aún los días de vacaciones de sus hijos para descansar y conocer el Callejón de Huaylas y regrese con el espíritu completamente renovado.
Redacción y Fotografías: Fernando Páucar.
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